¿Cuantos más activos mejor?
Cuantos más activos mejor, ¿correcto?.
No.
Hemos reproducido este experimento muchas veces en el laboratorio. Ponemos células de la piel en una placa y las tratamos con muy poca cantidad de activo disuelto en agua. El resultado, nada.
A continuación aumentamos la cantidad de activo. Entonces se ve efecto, las células reaccionan y empiezan a reproducirse más, a moverse mejor y a producir más colágeno y ácido hialurónico. Perfecto.
Finalmente aumentamos mucho más la concentración de activo. Y entonces la misma sustancia que las revitalizaba, las mata. Se ha vuelto tóxica.
Paracelso, médico en el siglo XVI, ya entonces enunció que "Todo es veneno y nada es veneno, solo la dosis hace el veneno". Esto es, ninguna sustancia es tóxica de por sí. La toxicidad la determina la cantidad de cada sustancia. Hay una dosis tóxica de agua y una dosis saludable de toxina botulínica.
En una época en la que muchas marcas se anuncian como "libres de tóxicos" es importante tener esta realidad científica en cuenta. "Libres de tóxicos" no significa nada porque ninguna sustancia es tóxica de por sí. El mismo slogan tendría sentido científico si dijera "Todos los ingredientes de nuestros productos están por debajo de la cantidad a la que son tóxicos".
No es la sustancia sino su concentración lo que la convierte en tóxica.
Lo mismo aplica a los slogans del tipo "más de 20 activos". Hay un espacio concreto en la crema para los ingredientes, más activos significa menos cantidad de cada uno. Menos cantidad puede implicar quedar por debajo de la cantidad a la que ese activo se vuelve eficaz.
La vitamina C es un buen ejemplo. Muy poca no hace nada. La cantidad correcta es un gran antioxidante. Un exceso irrita la piel.
Lo importante es determinar cuál es la concentración a la que un activo es eficaz (si se pone muy poco no es tóxico pero tampoco hace nada). Y no pasar de ahí.
Si ponemos más, entonces la piel reacciona de forma negativa.